Una semana en Salamanca ¡¿Suena maravilloso?! Y así lo es en realidad
Una ciudad fantástica que sabe combinar el casco antiguo con el arte moderno; tascas españolas con restaurantes de alta cocina; horas de siesta con la vida nocturna de bares y discotecas; el horario español con una enorme cantidad de extranjeros que la visitan como turistas o como estudiantes.
No sólo esto determinó nuestro destino, sino la fama que tiene esta ciudad en enseñar español; una fama que se caracteriza por una gran tradición de siglos.
Aquí podemos encontrar numerosas escuelas de idiomas cuyo papel es hacer que un extranjero se sienta como en casa, porque solamente así se aprende un idioma sin darse cuenta ni hacer muchos esfuerzos. Nuestra casa ha sido el Colegio Delibes. Es uno de estos centros que goza de una ubicación céntrica y se encuentra en un edificio histórico con un fantástico equipo de profesores y una amplia lista de actividades extraescolares. La regla principal del colegio es ofrecerte un servicio perfecto y estar a tu disposición veinticuatro horas. La opción de alojarse en familia de acogida es perfecta para no sólo practicar español sino también para conocer la vida cotidiana de los españoles, su estilo de vida desde dentro.
Éstos son los comentarios dejados por los alumnos: “Increíble. Todo fue increíble: la familia con las condiciones y la comida; la escuela con el programa y las excursiones por la ciudad. Muchas actividades, buen humor cada día, durante toda la semana”; “Me gustó mucho nuestro viaje a Salamanca. Todo el mundo allí era muy agradable y simpático. Los estudios en el Colegio fueron muy interesantes y eficaces y por eso puedo decir que mejoré mi nivel de español. Unas gracias especiales a la familia con la que viví”; “Me gustó muchísimo ese viaje a Salamanca, una ciudad muy hermosa. Pasear por la Plaza Mayor y las calles tan fascinantes fue un placer para mí. Descubrí las tradiciones de España y su vida cotidiana gracias a la familia española y los profesores del Colegio Delibes. Me encantaron los sitios que visité, tenía la oportunidad de mejorar mi español, encontrar la gente nueva, aprender diferentes cosas de España en general”…
Una experiencia inolvidable llena de emociones, risas, olores, música, copas llenas de vino y patas colgadas…. ¡Salamanca!